Este no es el post que tenía pensado escribir para esta semana, y además he dudado mucho en tomar la decisión si escribirlo o no. Te aviso de que esto es algo más personal, que a lo mejor para cuidar mi "imagen" como profesional no debería de contar. Pero esto de hablar estirada como una ejecutiva en traje y tacones dolorosos ya no se lleva. Lo que se lleva en internet ahora mismo es lo que se ha hecho toda la vida entre seres humanos: ser uno mismo, hablar sin ponerse demasiadas máscaras y generar empatía. Así que mi intención hoy es contarte lo que me pasa, segurísima de que me vas a entender y que incluso me vayas a ayudar si quieres y puedes.
Ponte en esta situación. Estás en un supermercado, tienes que comprar algún té o alguna infusión y estás abrumada ante tanta oferta, distintas marcas, distintos precios que ya no sabes por donde mirar. Tu cabeza se queda en blanco, decide pasar de comparar precios. ¿Qué haces? ¿Qué decisión tomas para elegir donde comprar? Yo soy de las que al final elige el paquete más bonito. ¿Y tu?
Se que estarás pensando que me he vuelto loca en un momento. Pero resulta que estoy muy sana y no he tenido ninguna revelación extraterrestre ni nada por el estilo. Es que me he dado cuenta de algo muy revelador, que a todos los que trabajamos en una profesión creativa, nos vendría muy bien recordar de vez en cuando. Y es que: cuando la mente se bloquea, seguir trabajando, mirando, navegando por internet, bucear en Pinterest... No sirve de nada.
Hace poco mas de dos semanas volví de mis vacaciones, así que me hace especial ilusión volver a empezar a escribir en mi blog uno de mis fotodiarios. Hoy voy a resumir mi viaje por Galicia en imágenes, con rincones poco convencionales, como siempre suelo hacer. Si me sigues en Instagram seguro que habrás visto algunas fotos. Ahora sin embargo vengo a contarte todo mi viaje en detalle para que puedas disfrutar conmigo pero sobretodo tomar nota e inspirarte para tu próximo viaje. Pero antes voy a decirte algo que te permitirá entender la dimensión de mi emoción al haber emprendido este viaje.
Hoy en día tenemos toda la tecnología del mundo a nuestra disposición para tomar apuntes, guardar notas, poner recordatorios, apuntar ideas del último minuto y definitivamente no dejar escapar nuestra creatividad e inspiración. Un ejemplo es Evernote. Es una aplicación genial para eso porque es como una libreta de toda la vida, pero digital, y en nuestro móvil sincronizándose con el ordenador. Pero ninguna tecnología existente puede sustituir el mágico efecto que hace superar todos los bloqueos y las crisis delante de la hoja en blanco: un boli y un papel y garabatear sin parar.
Ya sabes que amo tejer, lo he dicho unas cuantas veces, y además he decidido incluir algunos proyectos en mi portfolio. Es una actividad que recomiendo muchísimo, tanto si eres chica como si eres chico (un chico con un par de agujas me parece de lo mas bonito y... sexy!). Los beneficios son ya famosos, y más de un blog ya ha hablado de ello, como éste por ejemplo.